13.10.06

Mi historia con Lisandro, parte I

En el trabajo anterior conocí a Lisandro. Él se sentó al lado mío durante la capacitación y empezó a hablarme. Era el típico "pendejo loco" que habla fuerte y tiene perfil alto. Yo no soy naturalmente sociable (y menos en ese tipo de ámbitos, y menos con ese tipo de gente), pero la verdad es que -no sé por qué- Lisandro me cayó bien y el segundo día conversábamos ya todo el tiempo. La capacitación duró una semana y toda la historia también, pero se me hace tan difícil pensar en días ese período tan vertiginoso que voy a obviar cualquiera de esas medidas de tiempo.
La cosa era en la calle Arribeños, en Belgrano, y él vivía sobre Paraguay, así que volvíamos todas las tardes en el mismo 68. En uno de esos viajes él me habló de la relación abierta -e idílica, para mí- que tenía con sus amigas. Yo le dije que me gustaría lograr algo así pero que, honestamente, la mayoría de mis amigas tenían ese rol porque no había podido darles otro. Creo en la amistad entre el hombre y la mujer, sé que es posible que sea pura, pero soy consciente de lo difícil que es eso: la mayoría de las veces, la lagartija de lo erótico se arrastra entre las piernas, a ras del suelo. Luego, no me acuerdo bien cómo, la conversación viró hacia los gays y él me contó que conocía un montón ("cuestión de ambiente", dijo, él hacía teatro), que le caían bien y dos o tres cosas más. Yo dije más o menos lo mismo y agregué que me tentaba la idea de la bisexualidad, que me parecía copado poder elegir a la persona que a uno le guste sin tener limitaciones de sexo y todo eso, que no me cerraba de antemano a esa posibilidad pero que, en verdad, jamás me había sentido atraído por ningún tipo.
Ésa fue la tarde del segundo día, ahora me acuerdo. Nuestras conversaciones habían alcanzado un nivel tan íntimo y privado que parecía imposible que nos hubiéramos conocido menos de 48 horas antes. Honestamente, me sentía muy cómodo con el tipo, era como si me conociera de siempre y no tuviésemos que preocuparnos por formalidades o prejuicios, todo estaba bien; dejábamos las cosas fluir naturalmente y no nos importaba nada.
En ese 68 él me pidió que lo acompañara a su casa a tomar unos cafés. Hacía muy poco que había venido a la Capital desde Junín y solía sentirse solo por las tardes. Yo, tímido al fin, puse todos los reparos que se me ocurrieron y más: que no nos conocíamos, que no me daba, que tenía que volver a mi casa, que estaba cansado, y no me acuerdo cuántas cosas más, pero él insistió tanto que terminé aceptando. Le cambié el café por cerveza y pensé "bueno, si tomo la cantidad suficiente para desinhibirme no me resultará tan grave; me quedaré un rato y después me las tomo". Aún no lo sabía, pero acababa de cometer un grave error. El primero.

7 comentarios:

donnie dijo...

Bueno, lo lograste: este blog acaba de convertirse en cosa seria.

Genial la construcción del texto. Y de cómo la realidad se las arregla para llevarnos a donde no queremos o no planeamos.

Podría ser el primer gran capítulo de un (¿primer?) gran libro.

Me encantaría poder leer algunos de los errores que siguieron al primero. En serio.

Gran regreso, el suyo.

¡Salute!

gerund dijo...

y la segunda parte?

Afrodita dijo...

pues pasando por aca, me ha gustado bastante, seguro que te seguire leyendo, un saludo desde colombia

Juan Solo dijo...

Donnie: Le agradezco los elogios y el entusiasmo (aunque creo, honestamente, que exagera). Tengo una extraña sensación, sin embargo, con eso de que "este blog acaba de convertirse en cosa seria". ¿Y qué era antes? ¿Verdurita?

Gerund: La segunda parte ya está a vuestra disposición. Serán tres o cuatro, en total, así que agradecería que me diera su parecer.

Afrodita: Bienvenida. Si le gustó, ya tiene la continuación disponible (¡también en Colombia!)

gerund dijo...

lo sé. pero usted también sabe que no tendrá mi parecer hasta que sea publicado en su totalidad. y, sobre todo, hast que yo pueda leerlo en su totalidad. que no sabemos cuándo será, en estos tiempos rídiculamente enloquecidos...

besito

donnie dijo...

"La idea es publicar seguido, lo más seguido posible, aunque los textos estén truncos, sean brutos o carezcan de desarrollo."

Verdurita no. Lo cito a ud. mismo, eh!

;)

Abrazo.

(me refería a 'serio' no en contraposición a 'cómico'... serio en términos literarios)

RocanLoveR dijo...

Yo no se de construcciones textuales ni de terminos literarios.
Apenas se de mi, apenas soy una pequeña lectora que, elegi leer esta historia y no el libro que tiene la hoja dobladita en la esquinita de la pagina 63; ni el que anoche baje y voy en la pagina 7....
Hay una diferencia, no se cual, eso no importa.

Mis saludos