17.10.06

Mi historia con Lisandro, parte II

Estábamos por llegar a su casa. Yo le hablaba de lo cautivante que me resultaba Alejandra Olmos, el personaje de Sábato de Sobre héroes y tumbas; de repente, no sé bien cómo, me encontré convertido en ella. Era un ser misterioso y malvado, enfermo de mí mismo, inaccesible, dragón y princesa, rosa y fango, todo a la vez. Me di cuenta entonces de cómo Lisandro tomaba el rol de mi partenaire (Martín) y cumplía con su papel a la perfección. Me sentí extrañamente bien: por primera vez en mi vida yo podía ser tan fascinante como Alejandra y mover todos los hilos de una historia amorosa como me hubiera gustado que se movieran. Claro que no tomé en cuenta que Lisandro era un hombre. Por el momento no me importaba, todo era muy inconsciente y yo disfrutaba seduciendo y atormentando a la vez.
Llegamos. Al entrar a su departamento fue que caí, por primera vez, en que algo andaba mal. Lisandro fue a cambiarse y yo me quedé por ahí, mirando por la ventana y sintiendo un raro malestar. Las cosas se acomodaban sólo un poco en mi cabeza, mas fue suficiente para que pudiera expresar lo que me pasaba. Le dije, sin cuidarme en lo más mínimo, algo así:
-¿No sentís algo extraño? El ambiente está enrarecido. Puedo matar.
-No te entiendo -dijo, mientras me miraba atento y se ponía una remera blanca.
-Me siento como el cazador. Guiándome sólo por el olfato, sin pensar, llegué al refugio de una gacela joven que ahora, encandilada por mi mirada, ignora el peligro que corre -él bajó la vista-. Es sólo una cuestión de instinto y sé que debería matar, pero mi lado racional aún me grita que no lo haga. Me consumo entre esas dos fuerzas. La lucha se da dentro mío.
-Pensé que intuías lo que pasaría -me miró y por primera vez pude imaginar cabalmente lo que se escondía tras su "lo que pasaría". Hasta entonces sólo me había dejado llevar, hablábamos dentro del juego tácito y usábamos imágenes y ya, nada tenía necesariamente que ser llevado a un estrato terrestre ni real. Entonces Lisandro se acercó. Yo, instintivamente, retrocedí unos pasos. Él, en un susurro, dijo:
-Está bien, ya está, ya pasó. No te asustes. Pensé que sabías lo que decías en el colectivo.
De cazador había pasado a presa. El dominio de la situación lo tenía él, desde sus imberbes 19 años. Me sentía aborchornado y avergonzado, jamás debería haber intentado ese juego. No era lo mío y, por haberme ido de boca, ahora las cosas se revelaban.
Creo que no dije nada más. Bajamos a comprar unas cervezas.
Cuando volvimos, justo aparecieron tres amigas de él. Lisandro no pudo evitar un gesto de desagrado, fugaz, a la vez que yo me aliviaba secretamente.
Entonces bebimos y conversamos los cinco, como si nada, echando por tierra con la atmósfera sobrecargada de antes. Yo quería redimirme ante mí mismo y, de paso, demostrarle a Lisandro que se equivocaba: medio excitado por el alcohol le tiraba onda burdamente a una tal Carolina. Ella me respondía.
En un brusco momento de lucidez bajé a la realidad y pensé en lo que me esperaba si permanecía más tiempo en esa situación: borrachera inminente combinada con a) sexo gay; b) sexo grupal; o c) regreso tardío a casa y frustración. La primera opción me generaba curiosidad pero, a la vez, era violentamente rechazada; para la segunda no me sentía listo aún y la tercera era una vieja -y nefasta- conocida, de cuya compañía podía prescindir.
Aduciendo apuro y mirando mi reloj me levanté. Me despedí de todos y me dirigí a la puerta, bruscamente recobrado. Lisandro debía bajar a abrirme y le dijo a sus amigas que lo esperaran un segundo.

5 comentarios:

Cassandra Cross dijo...

No entiendo. Decís que estás menos inspirado (o algo así) que yo, que con suerte garabateo unos trazos al día, y salís con esta historia brutal y bonita.

No entiendo :)

me gusta no entender!

saludos!

donnie dijo...

Espero en entregas, como debe ser. Cossssa seria.

ava dijo...

buenisimo! me encantó la historia.
saludos!

P.D:yo tambien estoy fascinada por alejandra...me encantarìa ser ella.

Romau dijo...

Muy buena la historia, va a tener una parte 3 o queda ahí???

Abrazote.-

Cassandra Cross dijo...

TERCERA PARTE YAAAAAAAAA

las fieras lo piden

salut!